martes, 27 de mayo de 2014

LA ALERGIA, EL ENEMIGO DE LA PRIMAVERA

¿Quién no está deseando que llegue el buen tiempo?
Evidentemente todos, nos encanta el solecito, la buena temperatura, las terracitas, la alegría de la luz primaveral…en fin que estamos hasta más contentos. Pero nunca nos acordamos del gran enemigo de la primavera: la dichosa “alergia”.

Los pólenes, el veneno de los himenópteros (abejas y avispas) y los ácaros del polvo son las tres principales casusas de las alergias, que en España afectan a casi 10 millones de personas. Un 21% de la población española sufre alguna enfermedad alérgica, que se ve agravada durante estos días por la llegada del buen tiempo, que favorece la aparición en la atmósfera de diferentes tipos de pólenes, ácaros e insectos. Las principales enfermedades que causa la alergia son: 

-Rinitis (congestión nasal)

-Conjuntivitis (lagrimeo y picor y enrojeciminto de ojos)

-Asma

Vamos a conocer los tres principales tipos de alergia:

1-La alergia al pólen:

La alergia al pólen es la que más ha aumentado en los últimos años, llegando a duplicarse en las dos últimas décadas en la mayoría de los países europeos. Este tipo de alergia es la que más se acentúa en primavera, ya que la concentración en la atmósfera de los diferentes pólenes aumenta.




Los síntomas clínicos de la alergia se pueden manifestar de diferentes maneras, siendo la más frecuente la rinoconjuntivitis, es decir: picor de ojos y de nariz con estornudos, obstrucción nasal y rinorrea acuosa (goteo nasal o como dicen en mi pueblo “se te cae la moquita”). Son síntomas muy molestos, pero no son graves. El problema viene cuando las partículas del pólen van bajando de la naríz al cuello, provocando irritación de la laringe (laringitis). Al seguir bajando, provocan inflamación de la mucosa bronquial y provoca el asma (cuando te falta el aire y sientes fatiga). El asma es la situación más grave porque si no se puede controlar puede llegar a causar la muerte.

2-Las picaduras de avispas y abejas:

La picadura de estos insectos es tremendamente alérgica, siendo hasta de un 5% de la población los afectados por ella. Cuando pica uno de estos insectos a una persona alérgica, se debe llevar rápidamente a la persona a un servicio de salud para aplicarle un tratamiento específico, cuya efectividad es de casi un 90%.



3-Alergia a los ácaros del polvo:

Las condiciones climáticas de temperatura y humedad que se dan en primavera favorecen el desarrollo de los ácaros del polvo. Estos son los primeros desencadenantes de la enfermedad rinoconjuntival en edades entre 0 y 14 años.

Algunas situaciones como el cambio de ropa de temporada (sacamos las prendas que han estado guardadas durante el invierno), o empezar a ir a una segunda residencia que ha estado cerrada durante un tiempo, pueden agravar los síntomas de las personas alérgicas a los ácaros, porque son gérmenes que viven en el polvo.

También son muy frecuentes en esta época las alergias al sol provocadas por perfumes, medicamentos o cremas, que contienen productos que reaccionan con las radiaciones solares y hacen que al exponernos al sol, tengamos una erupción cutánea en forma de granitos rojos que producen gran picor.

Para saber si es o no una alergia, lo primero es que nos pregunten por la sintomatología. Después existen varias pruebas para saber en realidad si se es o no alérgico que puede ser: 

-Unas pruebas cutáneas, el Prick test que es rápido, sencillo y eficaz.

-Analítica de sangre, que determina el nivel de inmunoglobulina E

-Rast, que es una prueba más sofisticada de radioalergoadsorción específica para diferentes pólenes o sustancias alergológicas.


TRATAMIENTO

Una vez que ya sabemos que nuestro malestar responde a una alergia, ahora debemos tratarnos. Sobre el tratamiento, lo primero que debemos hacer es estar lejos del alérgeno que nos produce los síntomas, si es que sabemos cual es. Pero por si acaso, debemos tomar precauciones como por ejemplo, subir las ventanillas los días soleados, no pasear por el campo los días de máxima polinización, extremar la limpieza en casa para evitar el exceso de polvo,….

Además de medidas caseras, para frenar los síntomas, los fármacos más efectivos son los antihistamínicos. Los de primera generación producen mucha somnolencia (puedes tomarlos por la noche) así que si no puedes hacerte vivo, puedes elegir uno de segunda generación que da menos sueño (ebastina, loratadina, bilastina, ..).

Las pastillas te ayudarán a encontrarte mejor, pero para completar el tratamiento, debes añadir:

-Un spray nasal para aliviar la congestión. Estos contienen corticoides (antiinflamatorios) tópicos que actúan en la mucosa de la nariz. 

Estos harán que se desinflame la mucosa de la nariz y así respiraremos mejor. Si tenemos asma, entonces también habrá que incluir un aspirador bucal para abrir el bronquio (los llamados broncodilatadores), que pueden ser rápidos como el ventolín o el atrovent, o de larga duración que tiene efectos durante 24 horas, como el seretide o el plusvent (suelen llamarse accuhaler y son en polvo para aspiración bucal). Los rápidos se usan para las crisis agudas o cuando vamos a realizar un esfuerzo físico, que se recomienda darse antes una aspiración para abrir el bronquio y que nos entre más oxígeno.

Los aspiradores de larga duración, se prescriben como tratamiento y se deben usar a diario.

-Antileucotrienos (montelukast o singulair) : son fármacos preventivos que deben administrarse durante meses para evitar o frenar sobre todo del asma.

-Colirios antialérgicos para tratar la conjuntivitis, y para paliar el picor y enrojecimiento ocular.

Todos estos tratamientos, son sintomáticos, es decir, se comienzan a usar cuando aparece la alergis. Pero existen también otra alternativa que son los tratamientos preventivos, las vacunas (oral o subcutánea) y cuya duración es de 3 a cinco años. La vacuna suele mandarse cuando los síntomas no se pueden controlar con el tratamiento.

Mantener la alergia a raya es importante, no sólo para que no aparezca el asma, sino también para evitar otras enfermedades asociadas, como lesiones cutáneas (eczemas), rinitis con pólipos nasales, conjuntivitis o laringitis.

Una vez que os he informado un poco de las alergias y su tratamiento, solo me queda decir que el paciente alérgico debe ser especialmente cumplidor con la medicación, lo que llamamos la “buena adherencia”, ya que se trata de tratamientos largos.

Una vez más os recuerdo que ante cualquier duda no os automediquéis, consultar siempre a vuestro médico o farmaceútico de confianza, os atenderemos encantados.

Cristina López-Casero Beltrán - Licenciada en Farmacia